
Desperta Ferro Contemporánea n.º 30: El desastre de...
El Ejército español en África por Francisco Escribano Bernal (Centro Universitario de la Defensa de Zaragoza) En la abundante bibliografía...
El inicio de 1941 sorprendió a los británicos inmersos en una guerra que apenas eran capaces de sostener. La interpretación histórica tradicional sobre el Mediterráneo en la Segunda Guerra Mundial sostiene que este fue un “teatro de operaciones sobrevenido”, un encontronazo no planeado promovido por la “guerra paralela” de Mussolini –una estrategia nebulosa dirigida a expandirse más allá de lo que el Duce llamó la “prisión mediterránea”–. Sin embargo, estudios más recientes sugieren que, mientras que el conflicto había llegado a una especie de punto muerto en el norte de Europa, tanto Churchill como el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt consideraron que el mar interior podía ser el lugar en que los anglo-norteamericanos serían capaces de combatir al Eje con cierta ventaja.
Tras su llegada a África, Rommel pensó en seguida en lanzarse al ataque, sobre todo contra un enemigo que, tras sus espectaculares triunfos entre diciembre de 1940 y febrero de 1941 (Operación Compass), había quedado muy debilitado por la necesidad de enviar tropas a otros escenarios. Los alemanes aprovecharon pues la tenue defensa británica en Cirenaica para lanzarse a la conquista de la región, repeliendo a los británicos y australianos hasta Tobruk, donde se atrincheraron y resistieron, un hecho que tuvo mucho que ver con que su derrota inicial no fuera tan absoluta, ni las bajas que sufrieron tan elevadas como se ha dicho en muchas ocasiones.
Los desafíos presentados por el entorno natural de Tobruk fueron considerables, y el más importante de ellos, para quienes no podían disponer de los puestos fortificados, trincheras hormigonadas y búnqueres subterráneos preparados por los italianos, o de las cuevas naturales, era tratar de sobrevivir en la hostil costra rocosa que era la ancha parcela de desierto que se extendía dentro del perímetro, en la que resultaba difícil excavar algo más profundo que los meros arañazos en que consistían los cráteres de los proyectiles de artillería. La solución más habitual fue construir refugios de roca en torno a dichos agujeros superficiales y, en breve, los amontonamientos de piedras se convirtieron en evidentes delatores de la ubicación en que se posicionaban secciones y compañías. En particular, fueron las unidades de artillería, de campaña y antiaérea las que se vieron obligadas a vivir, como trogloditas, en estos inconfortables hogares temporales, que además debían compartir con diversas criaturas entre las que se incluían gran cantidad de ratas, pulgas y moscas.Características:
16 otros productos en la misma categoría:
El Ejército español en África por Francisco Escribano Bernal (Centro Universitario de la Defensa de Zaragoza) En la abundante bibliografía...
Propaganda e ideología para la guerra por Jeffrey Verhey (Humboldt Universität). Un ministro alemán, Johannes Müller, observó con asombro en...
Járkov, 1942: los planes de batalla por David M. Glantz El éxito obtenido por las tropas soviéticas que combatían en la región de Moscú a la hora...
Madrid, una obsesión estratégica por Hernán Rodríguez Velasco. El 25 de mayo de 1936, el general Emilio Mola, a la sazón “el director” de la...
La Blitzkrieg de Rommel. Análisis de un mito por Dennis Showalter (Colorado College). El 12 de febrero de 1941 Erwin Rommel era designado...
Del Norte a Teruel. Las alternativas estratégicas por Hernán Rodríguez Velasco Durante los cincuenta y cinco días transcurridos entre el 21 de...
La siempre fiel isla de Cuba por Sergio Guerra Vilaboy (Universidad de La Habana) “La siempre fiel isla de Cuba”, como se llamó a la mayor de las...
Johnson y el problema de Vietnam por Edwin E. Moise (Clemson University). Pese a que mantuvo la implicación americana en un nivel bajo, John F....
Antecedentes y consecuencias de la batalla de Guadalajara por Fernando Puell de la Villa (IUGM–UNED). A finales de 1936, el acuerdo al que habían...
Si bien estudiar una guerra que ya pasó es siempre un ejercicio de análisis entre la información que se ha ido asentando y las nuevas...
Preludio de Alhucemas por Julio Albi. Es gran paradoja que Miguel Primo de Rivera, la persona llamada a resolver el problema de Marruecos, fuera...
Después de Teruel. Disyuntivas estratégicas por Hernán Rodríguez Velasco El 15 de abril de 1938 las tropas rebeldes dirigidas por el coronel...
La Guerra Civil en Vizcaya. El 31 de marzo de 1937 se hace realidad lo que generales del entorno de Franco, como Kindelán o Juan Vigón, venían...
“Lo que el general Weygand llamó la batalla de Francia, ha terminado. Creo, que la batalla de Inglaterra está a punto de comenzar”. El 18 de...
La respuesta aliada a la ofensiva alemana por G. E. Patrick Murray (Valley Forge Military Academy):Dwigh D. Eisenhower, Omar N. Bradley y Bernard...
El 23 de julio de 1896, Andrés Bonifacio proclamó, en lo que se conoció como el grito de Balintawak, el comienzo de la insurrección filipina...
error Su agradecimiento a la reseña no pudo ser enviado