
Desperta Ferro Especial Nº XV Los Tercios V. Asia...
Las Indias orientales, un universo tan exótico como difuso en el imaginario europeo del medioevo, fueron la quimera que desató la Época de los...
El término “tácticas Panzer” trae a la memoria imágenes de la Blitzkrieg, de bombarderos en picado con Stuka en vertiginoso descenso para volarlo todo en el camino de los tanques alemanes, que avanzan con rapidez, sobrepasan las posiciones defensivas enemigas y sumen al oponente en el desorden. La realidad fue diferente a la percepción que acabamos de sugerir: con más fuerzas terrestres de todas las armas, además de los tanques, actuando juntas; y menos aéreas, con una intervención de la Luftwaffe más limitada. El presente artículo esquematizará la evolución de las tácticas acorazadas alemanas durante 1941, para luego enfrentarse a la mal entendida cooperación entre el Ejército alemán y la Luftwaffe. Tras la Primera Guerra Mundial, el Tratado de Versalles restringió el Ejército alemán a tan solo 100 000 soldados profesionales enrolados por un plazo largo, y prohibió que tuviera carros de combate, aviones, artillería pesada, gases venenosos y otras armas complejas de la época. Sin embargo, en vez marchitarse por ello, el pequeño ejército que quedó ejecutó una serie de análisis intensivos de su reciente experiencia militar y desarrolló una doctrina cuyo fin era utilizar lo mejor posible los recursos disponibles, fueran estos los que fueran.
El 28 de febrero de 1941, el Decimosegundo Ejército Alemán entró en Bulgaria para preparar la Operación Marita. El 2 de marzo, en respuesta a esta amenaza, las tropas aliadas empezaron a desembarcar en Grecia. Dicho contingente, denominado Fuerza W, estaba formado por la 6.ª División australiana, la 2.ª neozelandesa y la 1.ª Brigada Acorazada británica, y su fuerza de combate y su capacidad para organizar una defensa en profundidad eran mucho menores que las que habrían tenido las nueve divisiones que, en un principio, determinaron los jefes aliados que eran necesarias para defender Grecia. Con la entrada de Yugoslavia en guerra la situación empeoró más todavía, pues dicho país no solo no fue capaz de ocupar a las tropas alemanes por un tiempo que mereciera la pena, sino que permitió que estas sortearan las defensas griegas en la línea Metaxas y se internaran por las montañas en un eje norte sur que los aliados no habían previsto inicialmente. El último combate de esta campaña tuvo lugar, curiosamente, en el paso de las Termópilas donde, como un moderno Leónidas, el general neozelandés Barrowclugh trató de contener el avance de los Panzer hacia Atenas para dar tiempo a que el contingente aliado reembarcara, aunque esta vez el destino estuviera mucho más allá de las costas griegas.
En diciembre de 1936 se dieron las órdenes de producción de una primera tanda, de treinta y cinco ejemplares, de Begleitwagen del modelo 1./BW, más conocido como PzKpfw IV Ausf A. Por fuera, el carro de combate era muy similar al BW I de Krupp, pero el motor no alcanzaba los 300 cv de potencia indicados en las especificaciones. Con una protección acorazada de 14,6 mm, el tanque cumplía con la propuesta de blindaje delgado emitida en 1935; una decisión que es muy probable que se tomara para cumplir con el peso máximo de 18 t, que era el máximo que podían soportar los puentes. Se determinó que la tripulación sería de cinco hombres, que se dividirían las tareas técnicas y tácticas entre las funciones del comandante del carro, conductor, operador de radio, tirador y cargador, un esquema que iba a mantenerse en la inmensa mayoría de los carros de combate alemanes de la segunda guerra mundial. El arma principal del PzKpfw IV fue esta pieza de tubo corto con un bloque de cierre que se abría hacia abajo y sistema de disparo eléctrico. El tubo tenía un calibre de 75 mm y un largo, incluida la culata, de 1767 mm, un ánima rayada de 1308 mm y una recámara de 260 mm. La velocidad inicial del proyectil variaba entre los 385 y los 450 m/s, según el tipo de munición, y su alcance extremo era de 6000 m.
Características:
16 otros productos en la misma categoría:
Las Indias orientales, un universo tan exótico como difuso en el imaginario europeo del medioevo, fueron la quimera que desató la Época de los...
Tiger II: el coloso por Alaric Searle (University of Salford) El Tiger II fue, en muchos aspectos, el carro de combate pesado definitivo de la...
El cénit del poder por Eckhard Deschler-Erb (Universität zu Köln) “Si se tratase de puntualizar el plazo de la historia del mundo en que el...
El siglo III d. C. fue testimonio de una gravísima crisis que afectó profundamente a las relaciones económicas sociales y políticas de un...
“El principio del ocaso” por Julio Albi de la Cuesta. A los efectos que aquí interesan, el medio siglo está dominado por la etapa de Felipe IV...
Organización, tácticas y experiencia en combate del Ejército español por Arsenio García Fuertes. Todavía hoy el Ejército español sigue siendo uno...
"Las reformas de Mario” por Francisco Gracia Alonso (Universitat de Barcelona). El sistema de clases como base del reclutamiento por leva...
El Ebro en el horizonte, por Juan José de Oña. 18 de julio de 1938. Miles de hombres, contendientes en una guerra civil que cumple dos años,...
En 1942, el arma Panzer alemana se enfrentaba al enemigo al que no había podido derrotar el año anterior, pero esta vez lo conocía mejor y el...
La batalla de Nördlingen, por Enrique Martínez Ruíz (UCM). Tras firmar con Richelieu el tratado de Bärwald, por el que recibe una fuerte ayuda...
Ordenando el caos. Táctica de pequeñas unidades en el ejército romano republicano por Eduardo Kavanagh (Universidad Autónoma de Madrid). En los...
Los españoles en el norte de África (siglos XV-XVII) por Mercedes García-Arenal (CSIC), por Mercedes García Arenal (CSIC). La prolongada presencia...
El origen de la Armada española en el Mediterráneo por Francisco Javier García de Castro (Universidad de Valladolid) La unión de las coronas de...
El ocaso de las armadas hispánicas (1600-1650) por Esteban Mira Caballos (Academia Dominicana de la Historia) A principios del siglo XVII la...
El descubrimiento español de América, en 1492, seguido de una rápida colonización de las tierras recién halladas, cambió el mundo para siempre. A...
Los carros de combate alemanes 1918-1941 por Richard L. di Nardo (Marine Corps Command and Staff College) Muchos observadores han atribuido la...